PROPÓLEO Y QUERCITINA, ¿EFECTIVOS FRENTE AL CORONAVIRUS?

 Por el Bioquímico y Biólogo Molecular Juan Serrano Gandia.

PROPÓLEO Y QUERCITINA, ¿EFECTIVOS FRENTE AL CORONAVIRUS?


Si como os comenté ayer, ningún spray lo impide, el coronavirus se ancla a nuestras células que recubren el epitelio respiratorio y nos infectan. 

Infectar quiere decir inyectar en nuestras células su material genético, es decir, su ARN, que es como una única hebra en forma de cordón de zapato, 

Este código genético del virus es como un manual de instrucciones que contiene las pautas de construcción de muchas copias de sí mismo. Esto técnicamente se denomina replicación. Cada una de estas copias intentará compulsivamente infectar a otras células.


Así, cuando el virus abre la cerradura, introduce esta hebra de zapato (ARN) en el interior de nuestras células (aquellas que poseen esta cerradura; técnicamente receptor ACE) 

Una vez dentro, la hebra de zapato (recordad que es el manual de instrucciones) contiene el plano con el que construir, como si de un mecano se tratase, todas las piezas de las que se compone el coronavirus. 

Con matices técnicos que no vienen al caso, en el sentido que partes del plano necesita que esta hebra se copie en una segunda hebra del zapato, lo importante es que el plano contiene las instrucciones para fabricar la maquinaria necesaria con el que construir cada una de las piezas que componen el coronavirus. Harán entre 10.000 y 100.000 copias con las que construir otros tantos coronavirus, los cuales saldrán al exterior y buscarán compulsivamente otras almas cándidas a quién infectar. 

Por cruel que nos parezca, nos usan y nos abandonan a la suerte.


Evidentemente, todo este camino es sumamente complejo y está bastante definido, ya que con matices, casi todos los virus actúan de forma parecida.


Lo trascendente de todo ello y es donde quiero llegar es que una de las complejas maquinarias de trabajo, criticas en este proceso, son lo que se denominan PROTEASAS. Éstas, son biomoléculas que a modo de tijeras, cortan otras moléculas y esto es vital para el correcto ciclo vital del virus.

Lo tengo que decir, pese a su dificultad. Una de las proteasas más importantes es la denominada 3CL (3Chymotrypsin-Like)

Sin embargo, al ladrón se le puede atrapar. Conociendo su modus operandi, este se torna en su talón de Aquiles. Si estas proteasas se pudiesen bloquear, no cortarán y si no cortan, el proceso de replicación del virus se abortará. Y con ello, fracasará el avance del virus.


El progreso de la ciencia es innegable. Un equipo de los nuestros, concretamente, del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza (Unizar), ha elaborado un proyecto que consiste en lo siguiente. 

Mediante complejos métodos computacionales, buscan candidatos a fármacos que inhiban la actividad de estas proteasas. Y para ello hacen barridos de diversas moléculas. Afortunadamente, también han incluido en este barrido ciertas moléculas naturales. 

Y, ¡¡ bingo !!, uno de ellos ha resultado como un potente inhibidor de estas proteinas: la QUERCITINA. 


La quercitina es un pigmento que se encuentra en muchas plantas, verduras y frutas. Se trata de un fitonutriente que los seres humanos no somos capaces de producir pero podemos encontrarlo en alimentos tan habituales como la cebolla, las uvas, las manzanas, los cítricos, el brócoli, la col rizada, el tomate o el vino tinto, entre otros.


Al margen de incorporar estos alimentos en la alimentación, matizo, incorporalos, no comer solo estos alimentos, lo ideal sería incorporar la quercitina en forma de suplemento. Para ello, os recomiendo dos fuentes:

1- La quercitina se vende como tal en forma de suplemento.

2- Personalmente, yo la incorporo a través del propóleo. Lo hago así ya que otras investigaciones recientes han referenciado que la quercitina contenida en el propóleo es capaz de inhibir otras proteasas clave en la entrada del coronavirus en nuestras células. Mi opción personal es Aprolis A-V, ya que el propóleo es europeo y contiene más flavonoides que el resto de propóleos que conozco, añadido a que también contiene aceites esenciales con acción antivírica.


Por último comentar que el estudio que he mencionado se ha publicado en International Journal of Biological Macromolecules y, por supuesto, se trata de estudios experimentales, a falta de ser extrapolados a humanos.

Sin embargo, no tenemos tantas opciones y se trata de productos naturales. Todo ello, sin perjuicio de utilizar otros suplementos, como la vitamina C, la vitamina D o el zinc.

NOTA:

La información de ésta página sólo tiene carácter informativo, no puede ser considerada información médica ni comprometer nuestra responsabilidad legal. Consulte a su médico o profesional de la salud en Aromaterapia antes de iniciar cualquier uso de los mimos.

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